La Herida de la Sobreprotección: como liberar el miedo disfrazado de amor y reconectar con tu poder interior.

Publicado el 15 de julio de 2025, 16:06
niño sufriendo la herida de la sobreprotección

Hola de nuevo, hermosa alma en expansión.

Hoy quiero hablarte de una herida silenciosa, que a menudo pasa desapercibida, pero que limita profundamente tu crecimiento: la herida de la sobreprotección.

 

Una herida que se disfraza de cuidado, de amor, de “lo hago por tu bien”…

pero que en realidad siembra miedo, inseguridad y desconexión de tu propia sabiduría interior.

 

¿De dónde nace la herida de la sobreprotección?

 

Esta herida suele sembrarse en la infancia, cuando:

 

  • Quienes debían impulsarte a confiar en ti misma, en cambio te transmitieron temor a la vida.

  • Cada pequeño riesgo fue evitado. Cada decisión fue tomada por ti. Cada error, anticipado para que no lo vivieras.

 

Desde fuera parece amor.

Desde dentro se siente como un mensaje invisible: “No confío en que puedas sola. Necesitas ser protegida.”

 

Y ese mensaje se va anidando en tu energía.

 

A veces, esta herida también es heredada: líneas ancestrales marcadas por el miedo, traumas familiares no resueltos, pérdidas pasadas que llevaron a criar desde la sobreprotección.

 

No es culpa de nadie.

Es simplemente un dolor que necesita ser visto y liberado.

 

¿Cómo impacta esta herida en tu vida actual?

 

Si llevas esta herida, puedes sentir:

 

  • Miedo excesivo a equivocarte.

  • Dependencia emocional o mental en otros para tomar decisiones.

  • Dificultad para confiar en tu propia intuición.

  • Inseguridad profunda frente a los desafíos de la vida.

  • Autoexigencia o parálisis ante la posibilidad de fallar.

reconexión con la confianza interior y liberación energética gracias al péndulo hebreo y el curso prisma básico

Y, sin darte cuenta, puedes seguir recreando dinámicas donde entregas tu poder a otros… porque crees que sola no podrás.

 

La herida de la sobreprotección no solo limita tu crecimiento: te desconecta de tu fuerza esencial, de tu soberanía energética, de tu capacidad divina de crear tu propio camino.

 


 

 

¿Por qué no basta con entenderlo?

 

Porque aunque tu mente adulta quiera confiar en ti misma, aunque repitas afirmaciones positivas, la vibración energética de miedo sigue anclada en tu campo.

 

Es como un programa silencioso que dice: “No es seguro decidir. No es seguro actuar sola. Necesito ser salvada.”

 

Hasta que esa frecuencia no se libera del campo energético, el patrón tiende a repetirse, una y otra vez.

 

El péndulo hebreo: una puerta sagrada para restaurar tu soberanía

 

El péndulo hebreo trabaja directamente en tu campo vibratorio, permitiendo:

 

  • Detectar las memorias de sobreprotección, miedo, inseguridad y dependencia energética.

  • Liberar esos patrones anclados en tus cuerpos sutiles.

  • Reprogramar tu energía para activar tu confianza, tu autonomía y tu poder creador.

  • Reconectar con tu alma libre, capaz, soberana.

 

 

No se trata de culpar a quienes te amaron mal.

Se trata de liberarte a ti misma para amar mejor tu propia vida.

 


 

 

El amor no debería atarte. Debería liberarte.

 

 

No naciste para vivir bajo el miedo disfrazado de amor.

No viniste a este mundo para caminar de la mano del temor.

Viniste a ser libre.

Viniste a ser la protagonista de tu destino.

 

Si sientes en tu corazón que ha llegado el momento de cortar esas raíces de miedo, de abrir tus alas y reclamar tu vida como tuya, quiero invitarte a sanar en profundidad.

 

Prisma Básico: Péndulo Hebreo Desde Cero es el curso donde aprenderás, paso a paso, a liberar tu campo energético de esas memorias limitantes y reconectar con tu esencia luminosa.

 

Es hora de volver a ti.

Es hora de confiar en tu alma sabia.

Es hora de liberar el miedo y abrazar tu libertad.

 

Elige ser tú.

Elige sanar.

Elige tu expansión.

 

Gracias por estar aquí, bendigo y honro tu camino.

Ani Gallego

Terapeuta en Péndulo Hebreo con Asistencia Angelical

Creadora de En El Camino de las Estrellas

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios